a ti, que ya no estás
Te recuerdo,
y te siento
pasar tus manos
por mi espalda,
enrollando mi cabello
entre tus dedos.
Aún siento
ese dulce néctar
de tu boca, en la mía.
Soy otra,
siendo yo misma,
soy el viento
de aquella
fría mañana
¿la recuerdas?.
Soy las caricias
eternas que aún
llevo grabadas
en mi cuerpo.
Soy el tiempo
el que sin tí
se hace eterno.
Norelis Angélica
2 comentarios:
hola!
me gusto mucho ese poema...
te invito a mi blog y a la actividad que esta postiada en el blog, nos comunicamos...
bueno, gracias!
igual yo te seguiré leyendo...
srta.Norelis...
jeje no soy tan viejo para que me digas Señor... jeje
"la conciencia nos condena y
nos declara la muerte en vida,
se me hace eterna la muerte,
pues aun en mi labios saboreo
el dulce sabor de tu boca."
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