domingo, 2 de diciembre de 2007

A Room of My Own, una bienvenida



Cuanto tenía doce años, Angélica, mi madre, me regaló un diario en el que me dijo que debería escribir todo lo que me sucediese para que jamás olvidara el más mínimo detalle. Ella, doctora de toda la vida, me enseñó a escribir, a leer y a pensar; y a ella le debo todo. Eso, tal vez, fue el principio.

Llevo lurking en la blogósfera desde Febrero, cuando descubrí el blog de Yolanda Arroyo Pizarro. A través de ella, poco a poco, empecé a averiguar las otras bitácoras y a leer; a intentar saciar esa sed que mi madre creó en mí. Leí y sigo leyendo a muchísimos de ellos, demasiado tímida para comentar. Haría una lista, pero son demasiados. Hace poco, alguien muy especial me dijo que rompiera la cáscara de huevo foráneo que me tenía atrapada, que dejara escapar los vapores de luna que se me filtran por el cráneo y se me salen por las cutículas y creara un blog.

Y aquí está. Aunque sé que le escribo esto a los fantasmas de la Red, pues nadie aún lee esto, les doy la bienvenida al room of my own que Victoria Wolf me enseñó a poseer en el que podrán encontrar desde pensamientos, fotografías (mi otra pasión), poesías y los pequeños juegos de ficción narrativa que construyo, como rompecabezas, en las noches.

Norelis Angélica

2 comentarios:

Ana María Fuster Lavin dijo...

Entre sombras y palabras llegamos a través de los laberintos cibernéticos... Bienvenida, gracias por la invitación a participar y leer tu rompecabezas. Provocadora y agradable carta de presentación
un abrazo

dijo...

gracias por tu comentario en mi pagina y bienvenida a la ciberliteratura.

saludos,
jocelyn