De la nada cae todo
a tus pupilas que son el sol
mientras vieran lo que fuese
un alumbramiento.
A las once,
el reloj se vuelve onomatopeya
tu cabello negro,
tu olor a humo.
Y una sombra se asome
a lo que la democracia.
El pensamiento crea
la vorágine y entonces fue
que sentí frio por vez primera.
Habría una puerta
mas liviana que una boca.
a tus pupilas que son el sol
mientras vieran lo que fuese
un alumbramiento.
A las once,
el reloj se vuelve onomatopeya
tu cabello negro,
tu olor a humo.
Y una sombra se asome
a lo que la democracia.
El pensamiento crea
la vorágine y entonces fue
que sentí frio por vez primera.
Habría una puerta
mas liviana que una boca.
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